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La preocupación planteada por los temas y contenidos de la formación ciudadana y la cultura de paz en la niñez y la juventud son cuestiones sentidas en diversos sectores académicos, en organizaciones sociales y autoridades educativas que algunas veces se traducen en sendos artículos en los medios de comunicación en donde, entre otras cosas, se habla de “la pérdida de valores” a secas, generalmente teniendo como referencia a las jóvenes generaciones e invisibilizando que esta pérdida principalmente está presente en las generaciones adultas, las cuales son responsables de esta situación. Estas inquietudes, a pesar de aquella consciente ambigüedad, no son gratuitas. Pueden ser punto de partida para tomar conciencia de la necesidad de desarrollo de nuevas capacidades y valores, cuya ausencia, los jóvenes latinoamericanos identifican en sus dirigentes políticos y sociales, como ha quedado antes señalado en estudios citados, realizados por UNICEF para América Latina y por Beatriz de Cazali para Guatemala. La necesidad de responder a esta preocupación está presente, además, en los participantes en los diálogos y consensos municipales (2000), así como entre autoridades y curriculistas del MINEDUC en los últimos quinquenios.